domingo, 23 de septiembre de 2012

Los chiles tristes (Vol. 9)

Cambio de luces. La velocidad adquiere otro matiz y relieve, y la respiración se desplaza de un tranquilo aparente a un éxtasis envolvente, en la noche de una autopista casi desierta que se inclina, segundo a segundo, kilómetros más, tierra adentro, hacia el Océano Pacífico con Maná como guía y acordes firmes dictando, no seas lento, vas encendido y pleno, después de haberte sometido a una rigurosa dieta española —lo más vasto que puedas digerir— y más tinto y tragos fuertes, ya que desde esa tarde un famoso huésped habita Almoloya de Juárez.

 
Open Road “Tú sabes cómo te deseo / Tú sabes cómo te he soñado / Si tú supieras que me muero / Por tu amor y por tus manos...” – claro y directo, duro y a la cara, embistiendo o tragándote el paisaje como lo has hecho siempre, ahora que te ha sonreído la fortuna de semanas privilegiadas [sin olvidar los textos a la Quinta Esencia]... te tomas un buen relax. Has huido de la urbe y avanzas en la noche cosmo y la musa a tu lado. Aprovechas también las circunstancias inéditas que vive México: una Historia Moderna cancelada; aunque primero, como un metal frente a su imán, son arrastrados por el espíritu de Quaunáhuac que promete un largo fin de semana. Pero es Toluca, una fría y desangelada ciudad la que divisas y evades a tiempo, para internarte en la maraña de caminos donde las Almoloyas están de paso, sólo para saludar, a manera de adiós, adiós, hasta nunca, y a darle vuelta a la página, a otra cosa mariposa..., Patricia se percata, su sexto sentido apela, ha visto el brillo extraño del animal, y sale volando un caballo a la vera del camino; más eso no importa, sabes que la gasolina se agota y vas franco, descendiendo a alta velocidad, poco antes de que amanezca para descansar en Ixtapa Zihuatanejo. “Pero tú ya tienes otro / Un tipo frío y aburrido / Un tonto que es un reprimido...”

 
Inner Circle. Dos años antes, el tema de conversación se había ceñido a examinar las raíces del pensamiento político mexicano. Don Jesús Reyes-Heroles ha ocupado la parte del análisis que todo mundo quiere incorporar, a sabiendas de que el ungido deberá ser experto en el ideólogo priista, pues desde hace unos años quien dirige la Nación fue adoctrinado por el más fiel y representativo discípulo del pensador criollo. El ‘Teacher’, brazo derecho de Don Jesús décadas atrás, hombre de todas sus confianzas, es ahora el cerebro que tras bambalinas diseña y opera el arte de lo posible. De ahí el requisito de tener muy claro y bajo absoluta comprensión, quiénes fueron esos liberales europeos, sudamericanos y de los albores del México independiente, cuáles sus obras y a quiénes enfrentaron, para a la postre haber redondeado el sólido e incuestionable Liberalismo [Social] Mexicano que Reyes-Heroles estableció como única vía hacia un perfil de largo aliento... Poca cosa.

 
No es extraño que “al día siguiente”, ya apoltronados frente a la playa, Patricia me pida, una vez más le platique de José María Luis Mora y su némesis, Lucas Alamán. Y más extraño aún, porque el automóvil quedó sellado e impregnado con la piel de caballo —que prácticamente logré esquivar—, hecho incidental (insignificante) para esos días aciagos (y otros, meses antes) que convulsionaron a México. Sabemos que Ixtapa es un lugar aburrido, y ahora sabemos que ese tema de conversación cedió paso a la noticia que marcó todo el sexenio de Zedillo, por lo que cumplida la hazaña, prestos enderezamos la nave y partimos al lugar de recreo por excelencia. “Cómo no..., no me digas que no...”

 
Por supuesto, ya relajados podemos escuchar música distinta que, si bien no encaja del todo con la costera del Pacífico mexicano, me permite reorientar el tema de conversación con quien jamás he perdido pausa, letra, sílaba o silencio, bendecida por la belleza e inteligencia que no ofende, contrario a la Doña [María Bonita], porque aquélla es además simpática y generosa. Win Mertens [Maximizing The Audience, Struggle For Pleasure], con quien tiempo después tuvimos el honor de platicar a la salida del concierto que dio en la Sala Netzahualcóyotl [Centro Cultural Universitario, UNAM], nos alegra el paisaje previo a una hermosa puesta de sol en el milenario Acapulco.

 
Entre los gustos sibaritas que se obtienen en el Puerto, ya de noche, además de cenar en alguno de sus restaurantes donde puedes apreciar la bahía más hermosa del mundo, es subirse a una calandria y solicitarle al conductor —hablando de caballos, perdón— un trayecto tan largo como sea posible. Con la brisa envolvente del mar, la cadencia del trote y los movimientos acompasados del carruaje, más la siempre discreta y recatada anuencia del “chofer”, te concedes la libertad que aún, sin proponértelo, el momento como un todo integrado y pleno termina por indicarte cuál debe ser el papel que uno y otra jueguen bajo el murmullo de las olas..., aprovechas los exóticos vaivenes y el resto corre por cuenta de la naturaleza, que siempre termina por imponer sus propias reglas. Por eso, Acapulco es Acapulco. No existe un lugar de mayor magia y embeleso en todo México...

 
Las musas y yo. Robert Graves entendió el lenguaje poético como una forma de lenguaje mágico empleado en el Mediterráneo antes de la Antigüedad Clásica, que en forma codificada se celebraba en honor de la Diosa Blanca —la Luna—, también conocida como Musa. Para que surtiera efecto y perdurara el hechizo, el poeta jamás se casaría con la musa, es decir con esa Diosa, y así tendría efecto el lenguaje de toda poesía verdadera. Tal desventura del hombre está demostrada a lo largo de la historia de la creación artística, pues la mayoría de las obras [poesía, pintura, música, canto, baile, actuación, escultura, arquitectura, cine, fotografía], si no es que todas, han derivado de desgracias a causa de un amor no resuelto o que luego se malogró.

 
No obstante, y como un consuelo, viajar te acerca a la inmortalidad [más, si tienes a Mertens orientando tus pasos...].

 
 

All saints revile her and all sober men
Ruled by the God Apollo's golden mean-
In scorn of which I sailed to find her
In distant regions likeliest lo hold her
Whom I desired above all things to know,
Sister of the mirage and echo.
Todos los santos la vilipendian
y todos los hombres graves
que se rigen por el justo medio del dios Apolo, despreciando a los cuales navegué en su busca   a lejanas regiones, donde era más probable encontrar a la que deseaba conocer más que todas las cosas, la hermana del espejismo y del eco.

 

La Diosa Blanca.- Robert Graves

(Fragmento)

 
NOTA: Work in Progress de la novela: Los chiles tristes.


© Chihuahua-México: Eje del S. XXI.

 

Algún lugar de MÉXICO, a 21 de marzo de 2011.

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