viernes, 22 de abril de 2011

Los chiles tristes (Vol. 25)

Desde Chavira la Diosa Blanca irradia La Vastedad en Santiago inicia Semana Mayor no seré el único que la registra a 12 grados de su redondez pues anoche fue plenilunio más no importa porque desde La Santa Rosalía Gabi “Chu” y El Flaco me acompañan mi Dama duerme según ella improbable a tres kilómetros al oriente escucho la cerveza en su vecindad del Parque Infantil mezclada con melodías del kínder y los pájaros insectos lagartijas dudo ahuyenten los dulces sueños en brazos que los protegen y la chiquilla “que caminaba a mi lado y de la cual no te hablé” a 150 kilómetros hace rabietas enojada quiere ser escuchada no ceja en su persistente orgullo así esté frunciendo el ceño no claudicará y más se dolerá de no haberse entregado a estos brazos sabedor de mujeres su molestia perdurable desde aquel día desaprovechar una caricia un beso un abrazo acusándome que no la suelto exigiéndome que no la suelte alucinando a un hombre que sabe amar parte de su vida la gastó entregando poco que sea para que pueda dejar de extrañar el confuso pasar de los días la pérdida su recuerdo doloroso en la tarde de Guerrero pululan los adolescentes y otros atrevidos en el tiempo de ese caminar de calle de 30 ó 40 años atrás jóvenes agitados la ansiedad invadiéndolos sus miradas buscando creen que en pocos minutos el deseo hará presencia del momento que nunca olvidarán noche siguiente más poblada aún La Juárez dando vueltas esperando la señal en tanto enderezo mis pasos hacia el Hotel Hidalgo majestuosa joya de La Santa Rosalía regreso y siento las miradas martillando horadando los espacios vacíos que no serán tampoco llenados esa noche habrá más oportunidades cuando aparezca el objetivo que imaginaron quisieron tener frente a sí al salir de sus casas cuando la ansiedad ya no les permitió seguir retrasando la búsqueda uno de ellos regresará como éste un día a escribir que las frutas jugosas en el lugar menos esperado entregan sus dulces néctares en tanto la Luna continúa ascendiendo en esta primera Noche Mayor en Chavira El Flaco decide acercarse el cálido viento me envía un ligero soplo de frescor los moyotes cejan en su empeño vampirezco las palabras retoman el ritmo sin teclas en una pluma amarilla que compré en la Del Valle pocos días antes de incumplir una promesa cuatro lustros pesan tras el inicio de la noche cosmo inmenso el abismo como grande es esta Luna que asciende aún más hacia el cenit que siempre me persigue llamada ‘Sofía’ la musa rediviva que engendra réplicas de sueños recurrentes como estas letras en Camargo testigo es El Flaco seguro huele las palabras y justo Gaby me interrumpe esta especie de conversación con el mejor de los amigos a cambio de una charla entre naturales y un café sobre las pericias de su vida en el campo de labranza chihuahuense al día siguiente inicio mi recorrido entre las nogaleras el frío de la mañana tempranera y reluciente a mi lado El Flaco me alegra el camino pocas horas después de arribar y por fin alguien de Camargo avanza a mi lado tantea el terreno percibe que no me disgusta que me acompañe toma confianza incluso se adelanta protegiendo mis pasos sabe que él debe ir adelante auscultando las brechas le llamo se para frente a mí y proseguimos los mismos pasos que por primera vez me convidaron dos de mis hermanos yo de seis años azorado ante tanto verdor una campiña que muchos años después la nombraría como tal en alguna andanza con amigas o novias que eran lo mismo y que ayer por la tarde cuando llegué del Norte y tantas veces repetidas a lo largo de mi vida más fue justo hace unas cuantas horas me di cuenta que llegar a este sitio es como ser recibido por la densidad del trópico ¿norteño? increíble pero sabe huele humecta empapa cubre invade como una mocedad que te entrega su preciado don sólo a ti que tú sabrás aquilatarlo valorarlo respetarlo protegerlo preservarlo en su integridad virginal pues sólo a ti se te entrega porque serás su prisionero custodio y bendecido por ese milagro de la naturaleza razón probable de ser este lugar cuna de artistas mexicanos hasta llegar a Las Pilas donde pescábamos nada y seguíamos por un lado del Canal pegado al Conchos hasta llegar al lugar donde Siqueiros vio la luz primera para sus pinturas y murales que en todo el mundo son apreciados ni una placa alusiva tan ilustre como La Grandota de Camargo, el Director de Cine y el Escultor, máximas expresiones del arte que han vertido desde estos horizontes cuasi-tropicales El Flaco no me abandona largo es el camino más de las 8 de la mañana empieza el calor portado está se adelanta indicándome el camino de retorno siempre el regreso que más tarde veré a mi Dama que aún no lo sabe pero lo intuye mujer hermosa al fin estirpe camarguense será mía quizá esta noche quizá mañana ya lo fue no se dio cuenta una pecosa con vida intensa enjundiosa sabe lo que quiere hembra que me permitirá una de sus pecas me la lleve conmigo al viaje del retorno mayor que ya está escrito porque si algo aprendí de El Flaco es marcar mi territorio en esa extensión de mujer que se abre para mí ya la empiezo a arrinconar avanzo lento pero con pasos cautos cuidando no se abran fisuras ranuras resquicios se me pueda escurrir no se me irá viva pues es mía camarguense de mi tierra y de mi sal platicamos en La Hidalgo y ‘Miguel’ se entera de un proyecto para la niñez y juventud preparando el advenimiento del 2021 cuando Chihuahua trascienda sus límites geográficos y desde a La Santa Rosalía fincarán el ángulo en compás abierto la punta de lanza oteando Juárez y Mesoamérica polo del S. XXI Mexicano si Camargo logró fecundar mujeres cuyos partos han dado brillo al firmamento alguna magia de esas entrañas exuda previo al verdor de los ríos que te llenan de gozo y en la plaza acomodando a la Dama le tomas el pulso cadencioso que te nutre en sus ojos y pechos y piernas que te sonríen sólo a ti aunque Hidalgo haga muecas pero más bien se acuerda aquel garañón de las tiernas mujeres que en el Bajío lo llenaron de bríos para la insurrección contento está de verme acordándose de las doncellas que tomó doscientos años atrás así mi Dama sueña que le arrebate su virginidad de mujer que un poeta hoy la envuelve con palabras para que poco a poco pierda su timidez le veo sus ojos brillantes húmedos inseguros deseosos de abandonarse a la entrega ceder su eterna pureza sus manos y piernas delicadas su voz entrecortada confundida siente que quiere no sabe cuánto quiere le brindo más palabras abre su boca prisionera escandalizada perdida por aquél que llegó en tránsito en un periplo que aún se extiende desde la selva los bosques el altiplano el mar a estos otros parajes el desierto y en medio este oasis fantástico llamado la Perla del Conchos la tierra de las mujeres bonitas que anoche comprobé nuevamente decenas de ellas de todas las edades no recuerdo otro pueblo así en nuestro territorio nacional y a ver cuándo se decide ella ya de nuevo en mi segunda noche de Semana Santa subo a su auto ella me gritó o me tocó el claxon vamos por cervezas Chavira espera detrás de lo andariego de mi ser transcurrir sin límites en las urbes de hierro el arte en cine ópera ballet musicales danzas africanas andinas le abro más los ojos para que vea mejor mis palabras de escándalo que nacieron de un primer abandono del cual la noche cosmo tuvo el mero principio del principio la pérdida de las atenciones que recibía cuando en brazos lo llevaban siempre de lujo como un príncipe según le dijo uno de los suyos en aquel mostrador negocio importante la troca el automóvil los cuidados el privilegio de ser el benjamín tres años ya sabía que debía ser el heredero todo apuntaba en esa dirección quién podría regatearle ese derecho ninguno gozaría aquel don la alta percepción con la que había nacido mas fue el ‘Jefe’ quien decide tomar un camino riesgoso para la familia así sea para sentirse más vivo más osado más atrevido cualquier reto lo resolverá apuesta que estuvo mal sustentada como años después él el damnificado interpretaría como economista ya tarde para los suyos él el menor qué podría haber hecho sino repudiar aquel pueblo que se le escapó de las manos se le escurrió como agua entre los dedos no sé cuánto entendió mi Dama más la vi asustada con los desenlaces que hoy vino finalmente a resolver en definitiva ya sin menoscabo de consecuencias frente al Padre de la Patria La Santa Rosalía y la mujer que será suya cueste lo que cueste involucrarla en esta especie de mini edificatoria sin tanta presunción dado su matiz ideas datos conceptos creatividad que ella podrá fundamentar su aterrizaje previo al 21 tiempo queda para armar esa apuesta que termine finalmente por darle finiquito y remedio al origen del origen de la noche cosmo aullando los coyotes silbando los vientos terregales derribando construcciones tardes de soledad abismal domingos sin razón de ser días perdidos ojeando libros soñando con el retorno a La Santa Rosalía hecho que acontece un día sin gloria sólo acechanzas nada nuevo bajo el sol inclemente el frío bárbaro los días mejores pero insuficientes Camargo había desaparecido la imagen que guardaba en sus recuerdos más profundos demoledores destructivos socavadores lo que le aguarda es el conflicto permanente ganar siempre derribar al oponente triunfar como sea imponerse con habilidad física y mental saber antes que nadie para ubicarse en la frontera en la vanguardia en la cúspide donde los otros no puedan acceder asegurando todos y cada uno de los triunfos en su imaginario combate de superar a los rivales vencerlos hacerse de una fama ganarse adversarios rencores odios acaso pero qué importa porque la información base prevalecerá la competencia es lo que vale perder no ocupa espacio en su léxico está listo para avanzar trasponer barreras derribar obstáculos abrirse caminos nuevos su determinación es lo que cuenta se sabe con ventajas algo muy adentro lo empuja tan seguro y aventurado como la razón que nació un día del infortunio de haber perdido ese pueblo ese confort esas atenciones esas bendiciones que en sus tres primeros años lo colmaron de felicidad tranquilidad calor protección amor que de un día a otro desaparecieron y a eso vino a resolver ese resabio amargura frustración encono que lógicamente algo alguien tenía que pagar... igual que “El cobrador” de Fonseca al que le deben casa mujer auto sólo que éste ha tenido lo que ha deseado excepto resolver La vastedad en Santiago que un día lo arrojó al bullicio.

Territorio ‘Chavira’, segunda noche de Semana Santa, mi pequeña pecosa, mi Dama —bajo el auspicio de gente de luz— me obsequia la única manera de resolver el impase que enturbió la tranquilidad y abrió los flancos hacia un periplo que se ha hecho eterno. El Flaco asiente sin reservas.

NOTA: Work in Progress de la novela: Los chiles tristes.
© Chihuahua-México: Eje del S. XXI.

Algún lugar de MÉXICO, a 21 de abril de 2011.

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