domingo, 12 de diciembre de 2010

El “A, B, C” del futuro de Chihuahua

La tendencia global en desarrollo económico se expresa y concentra en el modelo de Sociedad del Conocimiento, un concepto que no fue ideado ex profeso, sino resultado de la integración del factor de la producción (Kh) que aglutina el avance científico y tecnológico (I & D) exacerbado por las tecnologías de la información y la comunicación (TIC’s). En otras palabras, el conocimiento como factor de la producción y como valor agregado en los bienes y servicios, se despliega y penetra en todas las actividades del individuo (trabajo, educación, ciencia, cultura, arte, filosofía), las empresas e instituciones, y su más acabada manifestación económica da forma al Sector Cuaternario; es decir, aquel sector de los servicios reconfigurados por el componente I & D vía las TIC’s. 

Conforme esa referencia conceptual y bajo los parámetros internacionales de desarrollo, el estado de Chihuahua posee un poderoso sector primario (minería, agropecuario, forestal) comparado con la industria (secundario) y más aún respecto de los servicios (terciario). Sin embargo, la explotación de la tierra y los recursos naturales se remonta al origen de la evolución económica, que en la actualidad provee riqueza inferior al proceso industrial y muy por debajo de los servicios. Las economías más pobres viven básicamente del sector primario; las avanzadas, de los servicios con cada vez más alto contenido de conocimientos, innovación y tecnologías. De ahí que 4 de los 5 nuevos empleos que se crean en esos países provienen del sector cuaternario y se denominan trabajos del conocimiento.

Dado que es imposible (y sería fatal) evitar el derrotero por el que discurre la economía mundial impregnada por la I & D y revolucionada por las TIC’s, el Gobierno estatal debe colocar como objetivo estratégico el establecimiento del proyecto que aterrice, organice y despliegue la Economía del Conocimiento. Entre las principales líneas de acción destaca (i) congregar esfuerzos comunes gobierno-escuela-negocio, (ii) integrar la empresa a la universidad y al centro de investigación, y (iii) hacer atractivas las ciudades, todo lo cual generará el resto de las sinergias del desarrollo postmoderno. Más específicamente:

Destinar presupuestos crecientes en educación media superior y formación para el trabajo bajo la modalidad de competencias laborales, así como mayores recursos para las universidades y centros de investigación;

Construir más infraestructura para alojar a las nuevas inversiones en proyectos  que incorporen tecnologías avanzadas, edificando al menos tres Ciudades del Conocimiento; y,

Obtener financiamientos federales y de organismos internacionales para construir la infraestructura urbana, tecnológica, de comunicaciones, transportes e hidráulica, base material de la producción económica.

Como un acto proteico, pero al mismo tiempo mensaje de alto contenido promocional, anunciar proyectos detonadores para asegurar la “Venta de Chihuahua”, y con ello lograr cautivar y atraer al científico, académico y talento nacional e internacional, inversionistas en alta tecnología e incluso empresarios del ramo de turismo. Desde la reconstrucción de Chihuahua capital y Ciudad Juárez en un concepto visualmente armónico y funcional para la vida en comunidad (devolverle la calle al ciudadano), hasta la creación de espacios públicos, incluido el rescate del Centro Histórico. Ofrecer servicios urbanos eficientes, sobre todo transporte público, así como sitios de cultura, museos, arte y esparcimiento.

Así demostraremos que Chihuahua es confiable. Que Chihuahua tiene futuro.


Véase: “El Sector Terciario y la Economía del Conocimiento. Construyendo el Eje Chihuahua-México”. Proyecto registrado en el SEI, COECyTeCH.

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