México, Colombia, Perú y Chile suscribieron en junio el Acuerdo Marco para el establecimiento de la Alianza del Pacífico, encaminada a una integración regional.
"La Alianza del Pacífico busca una integración que va mucho más allá del libre comercio, porque… permitirá el libre flujo de bienes, servicios, inversiones y personas”, dijo Santiago Piñera, presidente de Chile. “Adicionalmente, busca la integración física en materia de infraestructura y energía", así lo reporta Andrés Oppenheimer en El Nuevo Herald, junio 9, 2012.
Considera, Oppenheimer, que estos propósitos de trascendencia hemisférica se asemejan a los de la Unión Europea; e incluso, el nuevo bloque firmaría un tratado de libre comercio con ASEAN, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, formada por 10 países, entre ellos Indonesia, Tailandia, Vietnam y Singapur. ASEAN, a su vez, está negociando acuerdos de libre comercio con China, Corea del Sur e India.
“Asimismo acordaron… eliminar las restricciones de visas para los ciudadanos, y crear un sistema universitario en el que —como ocurre en Europa— los estudiantes podrán estudiar en cualquiera de los países miembros del bloque.”
Si México, por sí sólo, no tiene la capacidad para exportar manufacturas en gran escala a los gigantescos mercados asiáticos, este mecanismo con los países del Pacífico Latinoamericano permitirá crear cadenas de producción y negociar acuerdos de comercio de manera conjunta.
Aquí es donde a Chihuahua se le presenta la oportunidad de reorientar su estrategia —si es que la tiene— para impulsar sus capacidades de producción y exportadora, invirtiendo en la quintaesencia.
La ‘quintaesencia’ deriva de lo que señaló Gurría, Director de la OCDE, cuando le entregó al gobernador Duarte el estudio territorial para nuestro estado, a principios de 2012 [que coincide con mi ensayo: El Sector Terciario y la Economía del Conocimiento: http://luismendozalara.blogspot.mx/p/sustentacion-de-reforma-i-d.html)].
“Chihuahua se encuentra en un momento definitorio. Requiere de una transformación profunda… ya llegó el momento de construir un desarrollo endógeno fuerte, estable, limpio y duradero. Un desarrollo local basado en la calidad del capital humano, en un estado de derecho sólido, en el emprendimiento innovador, en la ciencia, la tecnología y el crecimiento verde… Para ello, la promoción de un modelo basado en la educación de altísima calidad y de un sistema estatal de innovación resulta fundamental... Esa es la única forma de lograr el desarrollo..."
De ahí que subraye que “no debemos perder El Norte”, aunque en sentido estricto El Norte ahora es El Sur. Que de lo que está exprimiéndose a la minería, se canalice una fracción sustancial a educación, ciencia y tecnología. Chihuahua es un estado con grave atraso en estas áreas fundamentales para su futuro. Ésta es la quintaesencia…
Chihuahua, Chih., septiembre 25, 2012.
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