sábado, 10 de diciembre de 2011

Letras y números

“Soportar pruebas de fuerza, fuerza interior para tolerar dificultades. Trabajo y concentración con base en la energía; exigirse y llegar al límite. Restringir el foco de energías y apuntar al centro del blanco. Trabajar inusualmente duro y extremadamente hacia lo productivo.”
No son mis letras, pero sí me corresponden. Estoy harto del ‘ralentí’ y la medianía. Ver cómo se quejan de quien desconoce alcances..., y un individuo [un tipo] con su potestad desgraciando al país.
¿Acaso falta vergüenza?, ¿honor? De veras, ¿por qué tanta mediocridad?
¿Por qué la traición? De veras, ¿creen que todo el mundo es lento? ¿Acaso, las luces no se dan por doquier?
Estoy con la juventud; el resto me tiene sin cuidado. El problema es que éstos se disipan al garete, y el que debiera procurarlos [decentemente] —si la tuviera—, “le ha valido Wilson”.
Le pido a “la esencia” que se corra conmigo, pero números y letras no le alcanzan.
¡Joder!
Ser críptico es para ironizar y darle oportunidad a quien se le ocurra, encontrar campos de atención, y que se despierte. Exijo demasiado. Letras y números los tienen en su cabeza, pero congelados. Quinientos años después es claro que sabrán... ahí estaban. Pero ya inermes.

Chihuahua, Chih., diciembre 10, 2011.

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