Debo escribir un poema
que comience con esta historia:
“Nunca estás cuando te veo”.
Y la parte que me atañe
es un vacío:
Nunca una noche de amor alcanza.
No porque sea un poema de amor “XY”.
Es porque estás tan lejos
y tan cerca del dolor insoportable.
Hasta que el poeta deje de escribir.
¿Esta noche?
Porque ha muerto:
encontró la imagen perdida.
(«Te veo, pero ya no te amo»)
Dices: una pesadilla.
Me dije: aunque te siga viendo.
Estas noches de insomnio
mis palabras sirven
cual poema de amor
que es mío.
Es XY.
¿Te sirve?
Chihuahua, Chih., septiembre 23, 2011.
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