miércoles, 2 de febrero de 2011

Reflexiones de un chihuahuense solitario (Vol. 3)

“México tardará 50 años en alcanzar los niveles de alto rendimiento que pide la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)”, asegura Andreas Scheleicher, creador del Programa de Evaluación Internacional de Estudiantes de 15 años (PISA, por sus siglas en inglés).

Y más todavía, dispara: “Un mal desempeño de los estudiantes en las escuelas de nivel básico predice el fracaso en la educación superior... Se han medido las consecuencias de malos resultados de los estudiantes en áreas como el sector económico, y las repercusiones son muy dramáticas, por ejemplo, en el acceso laboral.”

Muy cierto: en el plano de la investigación, la UNAM ocupa el 152° lugar a nivel mundial [Ranking de la Universidad de Shanghai Jiao Tong]; y respecto del mercado laboral, Times Higher Education Supplement la ubica en el sitio 190 [http://www.timeshighereducation.co.uk/Rankings2009-Top200.html]. De ahí la desmesura de nuestra Embajada en Londres por las gracejadas de un programa televisivo en el que se burlan de un auto deportivo construido por mexicanos. Da pena ajena armar tanto circo por nimiedades...

1.- Está claro que México no piensa en su porvenir, y esta aseveración no necesita escupírnosla a la cara el ácido humor inglés, porque en verdad nos solazamos en la ignorancia, la desidia y la flojera... en ejercitarnos en nuestra cultura del menor esfuerzo. Las vacaciones escolares  en México son las más largas del planeta. Mientras el año escolar tiene 243 días en Japón y 220 días en Corea del Sur, aquí es de 200 días, pero incluyendo huelgas docentes y feriados sólo alcanza 160 días de clases.

2.- Nuestras autoridades locales se quejan por recortes federales al presupuesto de seguridad. Sin embargo, mayor atención, ocupación y ejercicio del poder debiera destinarse al fundamento y raíz de la delincuencia e inseguridad: la falta de oportunidades... empleo; y educación, formación de Kh, I & D y satisfacción de los mínimos de bienestar social.

Aquella es la manera más simple —por no decir, ingenua— de comprarle boleto a la estrategia calderonista [¿No iba a ser el Presidente del Empleo?]. Pues este señor trae de cabeza a más de un líder priísta. Y no soy el único que lo dice...

Carlos Loret de Mola (sí, lo leyó usted bien) apunta en su columna [“Calderón, como Salinas”. El Universal, miércoles 2 de febrero, 2011]: “...mientras (el gobierno) libraba una indudable y costosa batalla (vidas, recursos, popularidad) contra los delincuentes... empezó a usar electoralmente la guerra contra el crimen organizado para atacar a sus opositores... La tónica de la estrategia es la misma: el gobierno se hace de una información, la filtra a algún medio de comunicación cuando la necesita políticamente y no se le da ningún seguimiento policiaco, pues el objetivo parece estar cumplido. Es una guerra sucia que sólo refuerza las dudas y los cuestionamientos hacia la marca del sexenio: la lucha contra la delincuencia.”

¿Así, o más claro? ...Pregunto.

Por si acaso, aquí les va más leña —queridos (e) lectores— para estos aciagos días que rondan bajo cero. Andrés Oppenheimer ofrece cifras más que ilustrativas [“EU requiere un nuevo momento Sputnic”. El Nuevo Herald, domingo 30 de enero, 2011]:

Según la Red Iberoamericana de Indicadores de Ciencia y Tecnología (RYCIT), sólo 2 por ciento de todas las inversiones mundiales en I & D se producen en Latinoamérica. En comparación, 36 por ciento se da en Estados Unidos y Canadá, 32 por ciento en Europa y 27 por ciento en Asia. Los 32 países latinoamericanos juntos (incluidos Brasil y México) poseen menos del 3 por ciento de las patentes registradas anualmente por un solo país asiático, Corea del Sur, según la Oficina de Marcas y Patentes de EU. En 2009, Corea del Sur registró 8,800 patentes, mientras Brasil registró tan solo 103, México 60 y Argentina 45.

Esos datos escalofriantes (no sólo por el frío despiadado que exhalan... ¡por el terror que vaticinan!) me trae a la memoria un curioso déjà vu del mencionado programa de TV londinense, donde también mencionan la mundialmente famosa tortilla mexicana, pues hace poco un funcionario estatal me aseguraba que los burritos de Villa Ahumada ya obtuvieron la muy prestigiada y ansiada ‘Denominación de Origen’. ¿Cómo la ve?

Volvamos con el experto internacional de la evaluación de los sistemas educativos, que en el actual contexto de desarrollo y competencia mundial, afirma: ”La brecha entre la gente con buena y mala educación es cada vez más grande. La educación puede ser un catalizador, tiene un gran potencial para cambiar un entorno, el entorno en el que vivimos”. México no puede esperar medio siglo para estar al nivel que quisiéramos. El mundo sigue avanzando, los sistemas siguen evolucionando, y no se quedan como están ahorita, nuestros parámetros cambian, entonces la velocidad es la clave”.

El ralentí nacional promedio no es el mismo que el de la franca aceleración chilanga y regia, y nosotros no bailamos al ritmo cadencioso del trópico. Pero todos estamos en el mismo barco, tenemos un mismo y único presidente, una Confederación Patronal Mexicana, un gremio magisterial y otro judicial, un sistema de partidos políticos, que todos juntos (sociedad civil incluida), no estamos produciendo con la calidad y el volumen que la actual Sociedad del Conocimiento demanda.

De no ocuparnos de los asuntos que sí proveen solución a la raíz de los problemas y siembran para los frutos del mañana, no necesitaremos esperar la cancelación del Bono Demográfico en dos décadas para (con el pasmoso ralentí que nos caracteriza) arribar a un México pobre y anciano. Podremos de una buena vez adelantar “la suma de todos los temores” ...como los que experimenta Egipto hoy.

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Véase: “El Sector Terciario y la Economía del Conocimiento. Construyendo el Eje Chihuahua-México”. Proyecto registrado en el SEI, COECyTeCH.

Algún lugar de MÉXICO, a 2 de febrero de 2011.

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